noisy.

Las personas más calladas son los dueños de las mentes más ruidosas.

Joel Guerra

Ü.

Escuchar ese gemido de tu voz y ahora que en mi haber tengo tu cuerpo plasmado en un sugerente recuerdo de algún momento que probablemente no malgastabas recordando que yo existía; me excita de un modo poco usual, fuera del líbido y la sexualidad, me transporta a tí, a que estás cerca. Soy capaz de experimentar esa sensación de ser observado, de sentir un calor distinto al acostumbrado disipado por mi cuerpo, siento tu pacífica respiración en mi cuello, oígo tu diferente voz y tu risa única, veo tus ojos, tus cejas, toco tu desordenado cabello..
Me provoca escalofríos, como si realmente estuvieras a mi alrededor, pero no puedo incluírte en una fantasía, te respeto demasiado para usarte como objeto sexual, eres sólo mi desquiciada obsesión, mi manzana de la tentación y la discordia, eres quien estremece mi interior con tu presencia y tu silencio, simplemente eres tú. Cada vez que pienso en tí, me vuelvo un completo vulnerable desastre.

María.

Las almas como las de María ignoran el lenguaje del amor, pero se doblegan estremeciéndose a la primera caricia de aquel a quien aman.

Jorge Isaac.

endless.

Caigo una vez más en el círculo vicioso de sentirme víctima por causa del amor, el amor que aún no conozco, fuera del que te brindan tus padres, tus familiares o tus amigos, fuera de eso todos saben que no es lo mismo. Esas sensaciones extrañas, las mariposas en el estómago, la risa inocente, tímida, pero cargada de insinuaciones, el sonrrojarme al máximo, el latir, casi infartante de mi corazón, extraño esos incómodos momentos que he perdido gracias a mis inseguridades y celos irracionales; me engaño a mi mismo y hago el ridículo frente a ti (como si tu apreciación sobre mi persona no estuviese ya bastante dañada) cada vez que me disculpo por mis actitudes, cuando digo que ya te he olvidado o algo similar, mientras que la verdad que sé y que sabes, es que te sigo queriendo, que sigo incomodándome cuando te tengo cerca, que mi mirada siempre se desvía hacia ti y no puedo aguantar ver como (re)haces tu vida al lado de alguien más que no soy yo, alguien completamente diferente de hecho, que es lo único que apacigua mis estúpidos celos que me recuerdan el momento que todo esto se fue al diablo, pero los mismos que también me mantienen dentro de la relativa normalidad. Realmente no tengo idea a éstas alturas de qué hacer con lo que siento, a veces quisiera desconectarme y dejar de pensar; he descubierto que pensar 'da mucho que pensar', pensar arruina los momentos con la misma velocidad con la que deberían suceder, y sólo poder sentir, sentir eso que me gusta, sólo sentir por más que presienta o escuche; mantener el sentimiento, en cierto modo es algo masoquista, pero eso de que de los errores aprendes y te fortaleces, no me ha funcionado en ésta desilusión que sufro cada día, no he aprendido nada ni me he fortalecido, al contrario. Cada vez que recuerdo que no me escogiste, que no me quisiste, que no me respetaste, cada vez que recuerdo que no te tengo, simplemente me despedazo internamente y esto lo mantengo aquí, fresco, martirizándome, porque sinceramente no logro comprender el olvidar o cómo se hace, como personas con historias mayores, que están comprometidas con grandes lazos entre sí, quienes han entregado más que simples papeles y mensajes, quienes han dado más de sí que sólo inútiles llamadas e inexpertas insinuaciones, quienes han sentido más que una sesión de escalofríos por cualquier motivo, por sentir un par de manos sobre su cuerpo..
Por más que sea, por más que me duela, por más que lo escriba, no logro sacar ésta historia sin fin de mi cabeza.