Escuchar ese gemido de tu voz y ahora que en mi haber tengo tu cuerpo plasmado en un sugerente recuerdo de algún momento que probablemente no malgastabas recordando que yo existía; me excita de un modo poco usual, fuera del líbido y la sexualidad, me transporta a tí, a que estás cerca. Soy capaz de experimentar esa sensación de ser observado, de sentir un calor distinto al acostumbrado disipado por mi cuerpo, siento tu pacífica respiración en mi cuello, oígo tu diferente voz y tu risa única, veo tus ojos, tus cejas, toco tu desordenado cabello..
Me provoca escalofríos, como si realmente estuvieras a mi alrededor, pero no puedo incluírte en una fantasía, te respeto demasiado para usarte como objeto sexual, eres sólo mi desquiciada obsesión, mi manzana de la tentación y la discordia, eres quien estremece mi interior con tu presencia y tu silencio, simplemente eres tú. Cada vez que pienso en tí, me vuelvo un completo vulnerable desastre.
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