Wednesday, October 21, 2009

keep stand.

Mi personalidad fuerte no permitió deshacerme todo este tiempo y aún se mantiene.

No se que ha pasado, creo que los papeles se han invertido, y ahora descubro que el miedo no siempre provino de mí.

Lo acepto soy miedoso, pero tu estas en la competencia al lado mio.

Pero me cansé, ¿sabes?, me aburrí. Aquello de 'estoy para tí' ¿dónde, cuándo?, ahora que quiero que estes para mí ¿por qué ya no?, mi pregunta...

Aunque es muy claro que no se olvida de la noche a la mañana, pero haré mi mejor esfuerzo. Además no eres la única persona en el mundo,la más especial, para mí, quizá, pero no lo eres.

La vida sigue y los errores hay que superarlos.


Si miro al cielo realmente, se que siempre será azul.

Friday, October 16, 2009

cab.

Tendrás que sentarte en sus piernas—esto no lo pensé dos veces, salí del taxi, te miré, me miraste, entraste en el taxi…
—Si cabes—, estas palabras frustraron mis ganas de poder sentirte más cercanamente.
Para mí fue un viaje muy silencioso, aunque el ruido jamás cesó. Las palabras de ellos en los que hacían referencia a un tema, que a ti y a mí se nos hacía familiar, fue lo que nos llevó a reírnos, entre el humor y su ignorancia, la realidad predominaba sobre el tema…
Algunas palabras salieron de tu boca, las cual no pude escuchar por la concentración que llevaba en los latidos de mi corazón… escribías un mensaje con tu celular, él cual leí, no sé si era tu intención. Intenté seguirte con el olfato, me pareció extraño que el olor que te caracterizaba estaba ausente, lo cual no sé si era positivo o negativo.
Mi situación era muy incómoda a cada momento, desviaba mis ojos hacía la ventana, movía los brazos, los dedos, veía al techo. Por un instante me desconecté del mundo, pero al volver, tu cabeza se encontraba sobre mi mochila, la cual se encontraba sobre mi regazo, el mismo tiempo que tarde en darme cuenta de esto, fue el mismo que duraste en moverte de allí…
Me encontraba muy nervioso, por “nada”, nada pasó, nada sucedió.
—Nos deja en el quiosco—tu parada, la habían anunciado con anticipación, el carro se detuvo.
Tuve que salir del taxi, para que tú pudieras bajar de él, bajaste. Nuevamente te vi, me miraste, te ibas. La despedida se limito, a lo que para nuestros semejantes es, la manera de “saludarnos”, un choque de las palmas, sumado a otro choque pero esta vez de los nudillos… te vi.