Miradas que reemplazan las palabras, es lo que quedó de lo que pudo llamarse en su momento, AMISTAD.
Y sigo aquí en mi asiento, aparentando ser fuerte frente a los demás.
Dos miradas: esas dos miradas que saben que son importantes para mí, esas dos miradas que me han desilusionado, esas dos miradas que me hablan, pero que yo ignoro y no respondo tratando de ser fuerte, mintiéndole a mi mente y a mi corazón, fingiendo que no me importan. De cualquier forma, estaban mirándome.
Allí en una cara, que ya es familiar para mí, de indiferencia y fastidio, ahogo una pregunta… ¿CÓMO PUEDO TRADUCIR ESTAS MIRADAS?...
...Ya todo está dicho, o al menos eso creo yo.