Y te hablé, gracias a las continuas molestias a nuestro alrededor:
—¡Hola!— te dije. Allí con cara de sorpresa y audífonos, los retiraste y contestaste:
—¿Hola?—con un ademán de inseguridad.
—¿Te molestan, cierto?— pregunté.
—Sólo un poco, pero ya las cosas están colocadas en su sitio— fue tu respuesta.
Té mire, la primera vez que te veía, claro. Ahora con ojos de amistad, que quién pensaría que pasará algo más allá.
—¿Tu nombre?— preguntaste.
—Jhonny —repuse—¿y el tuyo?...
NO CONTINUARÁ
No comments:
Post a Comment