Thursday, August 16, 2012

no. 6 (not usual)

Y justo esa felicidad que presentabas, no me parecía justa para mí. Aunque te tenía a mano, nunca sentí que me pertenecieras. Toda esta espontaneidad -vuelta un poco monótona- parecía mentira, y en efecto lo fue. Agradezco muchísimas miedos que arrancaste de mí, con tus besos (los dulces), tus abrazos y tus apretones sentidos en confianza. Fuiste mi primera realidad, mi primera verdad, mi primer sentimiento (sentido).. Y te pido perdón, otra vez, por no intentar quererte tanto como tú a mi, por exactamente eso que te atraía de mí, que te cegaba a lo que en realidad hacía. Cinco meses después, dos, desde que terminamos por última vez, me diste lo que siempre te pedí, aunque para esta fecha no lo esperaba.
"Yo siempre decía que iba poner más de mi parte, cuando realmente eras tú quién tenía que hacerlo", estas fueron tus palabras de sinceridad, lo que quería. Sorprendido, un poco, por la extemporaneidad,  me disculpé y aunque no las recibiste, estoy muy tranquilo en mi conciencia, lamentando haber perdido otra amistad.

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